La oscura noche me transforma, me devora. El tiempo me envuelve en su manto, me convierte en memoria olvidada. Me pierdo entre tinieblas, me fundo con sus fantasmas.
Mi voz no me pertenece, entre lamentos de sombras que recitan el mismo conjuro pierde fuerza y es reducida a silencio. Soy el susurro del viento, la melodía nocturna que entona el mundo.
Existo en la tierra, la recorro; pero no pertenezco más. Vago sin rumbo deseando encontrarte, gritando tu nombre y perturbando tu sueño. Despierta y escucha la oscura noche.